Con su derrota ante el Wigan, el Blackburn Rovers puso fin a once años ininterrumpidos siendo equipo Premier. Once años que pasarán a la mítica historia de este club por logros como la Copa de la Liga en 2002 o cuatro clasificaciones para la Copa de la UEFA, pero también por estos últimos meses, llenos de protestas y críticas hacia los dueños del club y el entrenador Steve Kean.
El actual descenso se asemeja poco al último que vivió el club en el año 1999. Por aquel entonces aún era presidente Jack Walker, un apasionado empresario que llevó al equipo de su ciudad a la cima del fútbol inglés en 1995. Sus lágrimas en el palco tras ver como caían a Segunda, hacían presagiar un corto paseo por el abismo. La afición sabía que Jack se dejaría su dinero para devolver al equipo a la cima y así fue. En 2001 el Blackburn volvió a la Premier, aunque Walker no pudiera vivir el ascenso al morir durante esa campaña.
Los indios de Venky's en una de sus escasas apariciones en Ewood Park |
Esta vez no parece que la travesía del conjunto del Lancashire por el Championship vaya a ser tan fugaz. La incertidumbre que rodea al club tras la llegada de los indios de Venky's en noviembre de 2010, hace difícil pensar en un ascenso en un corto espacio de tiempo. Los actuales dueños dirigen el club desde la lejanía y no muestran ni un ápice de interés y cariño, salvo la publicidad de su empresa de pollos en las camisetas.
Cuando llegaron, si parecieron mostrar interés, argumentando que querían hacer del Blackburn un equipo que jugara Champions League y se peleará con los grandes por el título. Bajo esas premisas, tomaron la controvertida decisión de destituir de Sam Allardyce. El manager había hecho del Rovers un equipo rocoso que no temía por su permanencia en la máxima categoría, pero los nuevos propietarios lo cesaron al no cumplir el perfil adecuado para dirigir su ambicioso proyecto.
Steve Kean |
La marcha del mediático entrenador fue inexplicable para su plantilla y también para medios y aficionados. Había lazos muy fuertes en Blackburn con Big Sam y fue sorprendente esa decisión. Todo parecía indicar que su salida llevaría al club a un entrenador de primer nivel mundial para encabezar el prometedor proyecto, pero tampoco fue así. Los indios no se movieron mucho y nombraron nuevo manager a Steve Kean, asistente de Allardyce. El escocés jamás había entrenado a un club al más alto nivel y su bagaje hasta ese momento (quitando sus labores de asistente en Blackburn), había sido ser segundo de Chris Coleman en la Real Sociedad, Coventry y Fulham. Parecía una decisión arriesgada darle las riendas a un inexperto, algo no cuadraba.
Desde un primer momento, el entrenador estuvo en el ojo del huracán y con el paso de los partidos y los meses, las críticas se desbordaron. Mostró poca aptitud para un banquillo de la Premier League y no llevó al equipo al Championship en 2011 de mera casualidad. Una victoria ante el Wolverhampton en la última jornada del curso pasado, evitó la caída. Además de eso, el ser la cabeza visible del club le hizo bastante daño Los dueños le dejaron las labores de portavoz y su palabrería sin fundamento, provocaba las iras de la afición.
Durante la pretemporada se esperaba que el Rovers se dejara una gran cantidad de dinero en fichajes para aspirar a las cotas que tenían en mente sus dueños y así evitar el mal trago del curso anterior. Kean siempre mostró antes los medios que esa era la intención, gastar dinero en buenos jugadores. Pero la realidad no acompañó las palabras del técnico. Fueron pasando las semanas y el club no gastaba una libra mientras veía como sus rivales se reforzaban e inclusive le quitaban algunos objetivos. Los únicos movimientos que realizó el club fueron dos ventas, las de Phil Jones al United por 17 millones de libras y Kalinic al Dnipro ucraniano por 5.
Hubo que esperar a la última semana del mercado estival para que se produjeran fichajes aunque de un perfil muy distinto al prometido. Goodwillie, Petrovic, Vuckevic, Yakubu, Slew y Scott Dann, pretendido por Arsenal o Liverpool entre otros, fueron las adquisiciones de Kean. En total, 12 millones de libras, una cifra escasa si los comparamos con los 23 ingresados en ventas. Quedó claro que las promesas de los indios y las palabras de Kean carecían de fundamento y la inversión no iba a ser tal. Además, se supo que el club debía 18 millones de libras a la Liga, lo que explicaba que los ingresos fueran mayores que los gastos.
La escasa inversión y la poca garantía que ofrecían los fichajes, hacía presagiar una temporada más complicada que la anterior. Y así fue el Rovers se metió abajo desde el arranque y no consiguió salir de ahí durante los primeros meses de competición. La afición tardó poco en echarse a la calle y exigir la destitución de un técnico que atesoraba los peores registros en la historia del club, así como la marcha de los "mentirosos" nuevos propietarios. Sabían que su club se estaba muriendo y no podían quedarse con los brazos cruzados.
La afición del Rovers llevó a los aires la protesta contra su técnico |
Lo intentaron todo, absolutamente todo, desde alquilar una avioneta que sobrevoló durante un partido el cielo de Blackburn con el lema "Kean Out", hasta hacer camisetas, pancartas y gritar durante buena parte del encuentro en contra de entrenador y propietarios. Tal fue la presión, que Kean tuvo que contratar a un par de guardaespaldas para hacer su vida más segura. Lo cierto es que tanta medida y tanta protesta no sirvió para nada, obteniendo como principal respuesta la renovación de Steve Kean hasta 2013.
Mediada la temporada, una sorpredente victoria ante el United en Old Trafford por 2-3, cambió la dinámica negativa del equipo. A partir de ese triunfo, sumaron 17 puntos en 11 jornadas y consiguieron situarse en marzo con 6 puntos sobre la zona de descenso, dándole un respiro a Kean. Entre tanto, el club se deshizo de Christopher Samba, Michel Salgado, Ryan Nelsen y Jason Roberts, jugadores que han marcado la historia reciente del club. Especial fue el caso del primero, quien pidió un transfer request cansado de promesas incumplidas. Los otros tres salieron porque tenían fichas elevadas y si jugaban una serie de partidos podían renovar. Otra muestra más del poderío económico de los indios de Venky's.
En abril la permanencia parecía factible, el equipo estaba fino, Kean parecía haber encontrado una alineación tipo y los rivales en la lucha por la salvación se dejaban muchos puntos. Pero, siete derrotas en los últimos ocho partidos y el acierto de Wigan y QPR, ha llevado al Blackburn de nuevo al abismo y ha hecho aún mayor la brecha existente entre afición y medios con el club. Por todo esto, el futuro de la entidad no parece muy alentador. Todo volvería a la calma si Venky's vendiera el club a alguien verdaderamente interesado en el Rovers (no como ellos) y Kean se fuera. Pero, parece poco probable que se den esas circunstancias.
En cuanto a la plantilla que disputará el Championship la próxima temporada, habrá cambios, aunque hay gran incertidumbre alrededor de ella. Es pronto para saber quien se irá y quien se quedará, pero por gente como Hoilett, Dann o Martin Olsson habrá ofertas y sería normal su salida. Lo que si parece claro es que llegará savia nueva y buena parte de ella debería ser de la cantera. La Academia está funcionando bien y el equipo juvenil ha llegado este año a la final de la FA Youth Cup , algo que no sucedía desde 1959. Esos jóvenes son la luz que puede guiar al club en este oscuro presente por el que está transitando.
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