Ricard Rubio Vives, nacido en El Masnou (Barcelona) y más conocido como Ricky Rubio, está atravechando un bache en su carrera deportiva difícil de explicar. Este niño prodigio, capaz de debutar en ACB a los 14 años y que maravilló a todo el mundo, no es el mismo desde que decidió dejar el Joventut, inscribirse en el Draft de la NBA, ser elegido en el puesto 5 por Minnesota y no emprender la aventura norteamericana para firmar un gran contrato con el F.C.Barcelona. Solo hay que mirar las estadísticas, algo que mide la importancia de un jugador een este deporte.
En 2008-2009 promedió con el DKV Joventut, 10 puntos por partido, 6 asistencias, 2.6 rebotes y 2.2 robos por encuentro en 22 minutos; la temporada pasada en el F.C.Barcelona, promedió 6.6 puntos, 4.4 asistencias, 3.7 rebotes y 1.9 robos en 20 minutos, ayudando al equipo liderado por Juan Carlos Navarro a ganar Euroliga y Copa. Esta temporada, ha bajado sus números en anotación promediando tan solo 5 pts, aunque en los otros apartados está en sus números habituales.
¿Por qué ese bajón de 5 pts de promedio en tan solo dos temporadas? La respuesta es sencilla, y es que Ricky apenas tira a canasta. Este año promedia un 33% en lanzamientos de 2 pts, 50% en triples y 50% en tiros libres por partido, tirando una media de 3, 2 y 2 tiros respectivamente. Es decir, Ricky solo mira el aro (excluyendo los tiros libres) 5 veces por partido cuando en la Penya lo miraba el doble.
El motivo de tener tan pocos lanzamientos no sabemos si es debido a las directrices técnicas de Xavi Pascual, quien pide a Ricky dirigir y dejar los lanzamientos a otros compañeros, o a que el mismo Ricky ha perdido toda la confianza en su tiro y prefiere que sean otros los que ejecuten. Si es lo primero, desde el club culé están haciendo un flaco favor a un chaval cuya progresión no tenía techo y que necesita no estar encorsetado en un sistema prefijado para dar lo mejor de si. Si es lo segundo, está a tiempo de solucionarlo, todo depende de él, es una cuestión mental.
Lo que si es cierto es que un jugador de la importancia de Ricky no puede anotar solo 5 puntos por partido. Dando asistencias, defendiendo, dirigiendo a tu equipo y robando balones, se puede hacer carrera en esto, pero si no anotas, no das ese paso que te hace estar entre los grandes. Porque no nos engañemos, en Europa se puede ser grande, ganar títulos, pero esto es algo menor si lo comparamos con lo que hay cruzando el Atlántico. Leí hace poco que los Timberwolves estaban perdiendo la paciencia con Ricky y tal vez intentaran traspasar sus derechos a otra franquicia. Normal, uno ve las últimas actuaciones de Ricky y es que no está para dar el paso. Aquí sus números de todos los partidos de Liga de este año, hablan por si solos. Hace dos años nadie tenía dudas de que acabaría en la NBA, ni los propios medios americanos. Ahora, todo el mundo duda.
Todos los jugones sonríen igual decía el gran gran Andrés Montes. En los últimos tiempos no estamos viendo la sonrisa de este jugón del que esperabamos muchísimo más. Esperemos que recupere la sonrisa por el bien de nuestro baloncesto.
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