Nadie puede discutir la carrera de una leyenda de los banquillos como Sir Alex Ferguson, pero ayer quedó en evidencia que tácticamente tiene demasiadas lagunas y en una final, tener un capitán que sepa mover bien sus barcos, es esencial para tener éxito. Ayer, el escocés no lo hizo, no movió bien a sus hombres y dio bastantes facilidades al rival para desplegar su juego de ensueño. El Barça es un equipo imparable casi siempre, pero se puede limitar su juego en la zona de creación como demostró el Madrid en la tanda de clásicos. El United no lo hizo y el triángulo de las Bermudas blaugrana (Messi-Xavi-Iniesta), campó a sus anchas por el césped de Wembley
El principal problema venía ya en la alineación. Es un pecado poner de pareja de medios a Carrick con Giggs, dos jugadores que no destacan por sus calidad destruyendo (sobre todo el galés). El veterano Giggs es un jugador que da buena salida al balón, pero sabiendo que no lo vas a tener el todo el partido, ¿de qué sirve ponerlo? Una vez comenzado el partido, nos encontramos con otro problema, la posición de Park y Rooney. El coreano ayer tuvo la misión de tapar la banda de Alves y de paso, ayudar a sus compañeros en el medio. Es conocido el pundonor y entrega del asiático, pero no se puede multiplicar. Bastante le pidieron y no entiendo las críticas en la jugada del 2-1 de Messi, venía fundido de ser el único red en correr detrás del balón. Respecto a Rooney, fue sorprendente su rol jugando más como un segunda punta que como media punta. El inglés no ayudó como se esperaba al centro del campo red y fueron escasas las ocasiones en las que incomodó a Piqué, Busquets o Xavi.
Estos desajustes provocaron que siempre hubiera un jugador del Barça recibiendo entre líneas solo y pudiera encarar a Ferdinand y Vidic una y otra vez. Los 2 primeros goles, son una muestra de ello. En el primero, Xavi se mete por detrás de Carrick-Giggs y recorré 20 metros totalmente solo para asistir a Pedro; en el segundo, el Barça toca y el balón al final llega a Messi quien está solo en la frontal para encarar a la defensa red. Aseguró Sir Alex que tenía muy bien aprendida la lección de hace 2 años en Roma y sabía como poder hacer daño a este Barça. Tras lo de ayer es evidente que no aprendió nada y el daño que pretendía hacer al Barça era el mismo que aplicó en las finales ante Bayern y Chelsea, apelar a su tremenda suerte. El divino azar no siempre aparece Fergie, hay que buscarlo.
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