01 marzo 2010

Pérez Burrull, ese árbitro...


Volvió a aparecer. Alfonso Pérez Burrull llevaba un tiempo sin armarla, asi que ayer que arbitraba a su presa favorita (el Atleti ha perdido 12 partidos con el colegiado cántabro) se desquitó. Hizo uno de esos arbitrajes polémicos que llenan páginas y más páginas de periódicos, basado en su jugada favorita, los penaltys, donde este colegiado colecciona muchísimos errores. Ayer hubo dos, el primero, uno clarísimo de Banega a Reyes que puede tener excusa, y es que puede no verlo como le pasa a otros colegiados en acciones similares. Sin embargo, la segunda jugada no tiene ninguna justificación. No ve una clara mano de Marchena dentro del area que corta una ocasión manifiesta de gol, deja continuar la jugada y de repente, tras ver como los jugadores del Atleti corren desesperados hacia él y la afición presente en el Calderón se le echa encima, decide parar el partido para consultar con el cuarto árbitro, quien estaba a 50 metros de la jugada y que le indica que ha sido mano clara y debe pitar penalty y expulsión.

¿Cómo puede ser que una persona a 50 metros vea mejor una jugada que uno que está a 20 o 30? la respuesta es clara, problemas de visión o mala colocación. Lo segundo es normal si uno ve un partido pitado por Burrull, ya que se puede apreciar que no se mueve mucho más allá del centro del campo. Pita a distancia y si se sentara en el centro del campo en una silla, lo haría igual. Pita desde lejos porque fisicamente no está bien preparado, pero a éste le pasan en las pruebas físicas por ser uno de los protegidos de Sánchez Arminio junto con Iturralde. Nunca sabremos como ascienden/descienden los árbitros de categoría, si existen unos baremos o no que miden sus actuaciones, etc. Desde el colectivo arbitral se apunta que si, pero viendo los árbitros que están en 1ª división lo único palpable es que el baremo es el "peloteo".

El de ayer no es el único error de bulto del colegiado cántabro en los últimos años. El más sonado, la temporada pasada, cuando expulsó al osasunista Juanfran en el Bernabeu al no señalarle dos claros penaltys y sacarle en ambos dos amarillas, una por protestar en el primero y otra por tirarse en el segundo. Tras expulsar al bueno del jugador osasunista, Burrull le dijo "Si te tiras, por lo menos hazlo bien". Pero esto no fue todo, y es que en el túnel de vestuarios otro jugador de Osasuna le comentó “Cuando lo veas por la tele, te darás cuenta de que te has equivocado” a lo que Burrull le contestó “La tele te la metes por el culo”. El incidente coleó en toda la prensa, excepto los medios deportivos madrileños, provocando críticas durísimas y el árbitro cántabro incluso tuvo amenazas. Entre las numerosas críticas destacó la del presidente de Osasuna, Patxi Izco, quien dijo “La actitud de Burrull es inmoral. Estoy convencido totalmente de que vio los dos penaltis. Es imposible no verlos. Nosotros hemos llegado hasta aquí. Se colmó el vaso y la paciencia. Todo el mundo ha visto este escándalo y no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Burrull es un delincuente, así me lo ha definido un ex colegiado internacional. Lo de Burrull no tiene nombre”. Por lo menos, las críticas sirvieron para algo y el comité lo dejó 1 mes sin arbitrar.

Pérez Burrull, que acude a pitar a los campos de fútbol escuchando en sus auriculares a U2 y AC/DC, se hizo árbitro a los 14 años por pura casualidad. La culpa, la tuvo un cura de los Escolapios. No era un virtuoso del balón precisamente y, cuentan quienes le conocen, que ni cuando el llevaba el balón para jugar tenía el puesto asegurado. Sacaba muy buenas notas, pero su carácter, le llevó a ser expulsado bastantes veces de clase. Como penitencia, el cura le obligó a ejercer de árbitro en los partidillos en el colegio y a partir de ahí no paró. Profesionalmente empezó a pitar en 1ª en 1997 en un Mallorca-Deportivo y su meteórica carrera le llevó a ser internacional en 2002. Es representante comercial de profesión y su mayor referente en el arbitraje es curiosamente el presidente de los árbitros, Victoriano Sánchez Arminio.

El año que viene el árbitro cántabro cumplirá 45 años, edad con la que se pueden retirar los colegiados. Veremos si lo hace, si es asi, hará un bien al fútbol.

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